El Abuelito Frank y sus Leyendas de Terror (Parte 1 de 3)

***Cuento llevado a cabo en un Mundo Alterno*** (cualquier similitud es mera coincidencia)

El abuelo Frank te cuenta unas leyendas:

Hace muchos, muchos años se rumoraba por un pueblo vecino donde habitaba un hombre que tenia con terror a todos. Ese hombre mataba sin piedad, destajaba a las victimas de una manera burda y salvaje. El hombre carecía de remordimiento, no perdonaba a nadie, ya fuera adulto, anciano o infante. Una vez que desbordaba toda la sangre, el cuerpo mutilado quedaba irreconocible, les tomaba el dedo meñique a las victimas y lo guardaba…
El caso más platicado por todos los pueblerinos fue el del Alcalde del pueblo en aquellos tiempos, cuentan que una vez estando en una orilla platicando con dos ingenieros sobre unos avances para crear una nueva colonia, despistados ellos, déjoseles ir “El Ogro” (así le habían bautizado) con machete y puñal en mano, asustado y mostrando cobardía el alcalde salto detrás de los ingenieros para evitar daños del Ogro. Este mismo no dudo en hacer pedazos a los ingenieros. El alcalde echando a correr tropezó, el ogro le alcanzaba a dar en una pierna pero cojeando seguía el alcalde corriendo, pero todo ese sádico festín terminaría con un alcance a su espalda con su puñal. Días después encontrarían los tres cuerpos colgados pero el del alcalde todo bañado en sangre como todos, aunque con el detalle de que lo había dejado en calzones y con sombrero de burro, en el pecho pegado estaba una hoja toda manchada de sangre pero con un dibujo de un avestruz que significaba lo cobarde que era.
Los años pasaron y por un momento pensaron que todo había terminado, que esas atrocidades habían llegado a su fin. Habían atrapado, según los pueblerinos, al Ogro pero estaban equivocados. Un mes después volverían a encontrar victimas colgadas, llenas de sangre y sin dedo meñique. Se corría la versión de que era un sucesor, que el llamado Ogro (por los del pueblo) había envejecido y no queriendo dejar su horrorosa tradición, la había enseñado a un conocido. De igual manera se dice que esto aún sigue hoy en día y quien anda en las noches por las afueras de la ciudad, corre peligro de que el nuevo “Ogro” les haga daño.